Lo que el ojo no ve

Seguramente hayáis leído en los periódicos o en Internet que Apple acaba de presentar un nuevo modelo de iPad. A simple vista, sin cambios. Igual que el anterior. Algunos podríais incluso sacarle pegas, porque de hecho es algo más grueso y pesado que su predecesor. ¿Cuál es la gracia, entonces del nuevo juguete?

Además de tener más capacidad de procesar los gráficos y una cámara nueva, la gran novedad del iPad es una pantalla que tiene una resolución mayor de la que el ojo humano es capaz de distinguir. ¿Cómo es eso?

Seguro que si os acercáis a vuestro ordenador mientras leéis esto y pegáis suficiente los ojos a la pantalla, sois capaces de ver los píxeles que tiene. Aunque sea una pantalla de alta definición. Y no digamos ya si os acercáis a una pantalla grande como la de la tele, o si por desgracia tenéis un par de píxeles muertos.

Apple (y Samsung, que es quien fabrica las pantallas) ha conseguido que estos píxeles sean invisibles al ojo humano. Donde antes había uno, ahora hay cuatro. Y claro, son tan pequeños que no se ven. Ya lo había hecho antes en los iPhones, pero fabricar pantallas de casi 10 pulgadas con esa densidad de puntos no es trivial. La electrónica detrás de ella es bestial. En una tableta tendremos más resolución que un una tele con FullHD. Es una resolución tan alta que muchas páginas web y aplicaciones (empezando por la propia Apple) van a tener que rediseñar completamente todas sus imágenes y logotipos si no quieren que se vean borrosas.


Hay gente que se ha dedicado a observarlos con un microscopio. En la siguiente imagen se ven tres pantallas (el nuevo iPad, iPhone 4S y el iPad 2) aumentadas 80 veces.

Es curioso también como los nuevos iconos de resolución Retina para el iPad van a tener más píxeles que la pantalla del Mac original (1984). Sí, un icono tiene más píxeles que la pantalla entera del viejo ordenador.

Fuente: Alt1040

Sobrevolando Fobos

Es la primera vez que un objeto hecho por el hombre pasa tan cerca del satélite marciano Fobos. Y es que la Mars Express lo ha rozado, literalmente, pasando a tan sólo 67 kilómetros de su superficie.

Esto ha permitido tomar unas fotografías muy buenas de la superficie. Va a ser posible, además, hacer unos estudios sobre la densidad del satélite. No es lo suficientemente denso como para ser sólido. Esto se explica si el satélite es poroso. Fobos es como un queso de gruyère: lleno de agujeros por dentro. Lo interesante es que ahora, gracias a éste viaje de la Mars Express (y otros programados durante todo el mes) podremos saber dónde están esos agujeros y tendremos nuevas fotografías del satélite (y de una altísima resolución).

Algo más sobre Fobos


Fobos es, probablemente, posterior a la formación del planeta Marte, un objeto capturado en su órbita o formado a partir de polvo y cenizas acumulados en ella. De ahí que sea tan poroso e irregular.

Se llama Fobos por ser éste hijo de Ares (el dios de la guerra de los griegos, Marte para los romanos). Asaph Hall lo descubrió a mediados del siglo XIX aunque Kepler había predicho su existencia 150 años antes (aunque fue por pura casualidad ya que sus predicciones se basaban en suposiciones erróneas). Jonathan Swift en Los Viajes de Gulliver, alude a los cálculos del matemático alemán e insinúa también la existencia de dos lunas marcianas:

[…] Asimismo han descubierto dos estrellas menores o satélites que giran alrededor de Marte […]

Esperamos noticias de la Mars Express y más fotos del satélite marciano. Podéis seguir las últimas noticias en su página web oficial.

Fuente: Mars Express | ESA