Un Newton de dieciséis años

Hace más de trescientos años, Newton planteó un problema para el que no había encontrado solución. Se trataba de la descripción completa del movimiento de un proyectil afectado por la gravedad y el rozamiento del aire al mismo tiempo.

Aunque os parezca sorprendente, hasta ahora nadie había conseguido una respuesta completa. Por supuesto, se habían realizado muchos estudios de Balística y aproximaciones, pero ninguno solucionaba el problema con exactitud.

El chico, que vive en Dresde, es muy aficionado a las Matemáticas y estudia Cálculo desde los 6 años. Cuando en clase le contaron que el problema de Newton no tenía solución, su curiosidad científica le llevó a intentarlo. No pensó que fuera capaz de resolverlo, pero presentó su propuesta como un trabajo para el instituto. Sus profesores y su padre, ingeniero de una escuela técnica de la ciudad alemana, quedaron asombrados al ver el resultado. El futuro de este joven parece muy prometedor, ¿no?

El joven Shouryya Ray, que ha resuelto el problema del proyectil

Fuente: Alt1040

Newton y el falsificador

Tras la lectura de «Radicales libres» empecé «Newton y el falsificador», de Thomas Levenson. El libro trata sobre la desconocida carrera del mejor científico de la Historia como funcionario de la Real Casa de la Moneda británica encargado de rescatar la libra del desastre y de diseñar nuevas monedas más difíciles de falsificar.

En la época de Newton, Inglaterra estaba en crisis. En parte por el gran gasto que suponía estar en guerra con Francia y en parte porque la circulación de monedas falsas y mermadas era exagerada. Hubo un falsificador especialmente hábil, que logró incluso colarse en las instalaciones de la Ceca Real para observar de cerca la fabricación de monedas y mejorar sus trucos a la hora de acuñar las libras falsas. Este tipo era William Chaloner, conocido en Inglaterra por sus estafas y fraudes, pero que realmente empezó su carrera diseñando juguetes sexuales, un descubrimiento reciente en la isla tras la muerte de Cromwell.

El libro narra por un lado la vida de Newton en la Universidad antes de trasladarse a Londres como responsable de la Ceca. Explica por qué estaba cansado de su vida en Cambridge y lo necesario que era para él un cambio de aires. Por otro lado, el libro dedica varios capítulos a explicar los orígenes de Chaloner. Cómo adquiere sus habilidades para fundir metal, cómo se infiltra en la Ceca para observar de cerca la fabricación de libras. Luego, por casualidad, estas dos vidas van a encontrarse y enfrentarse. Y esto es lo que ocupa a las dos últimas partes del libro. La persecución de falsificadores y, en especial, la captura de Chaloner va a ocupar a Newton en los últimos años de su vida. El físico llegará incluso a adentrarse en las tabernas más sucias de Londres para contratar espías y negociar con soplones que le llevaran a recuperar la libra como moneda y la estabilidad económica de un país que iba camino de ser un Imperio que dominaría el mundo hasta el siglo XX.

El libro se puede leer en un par de semanas tranquilamente, incluso en un fin de semana si, como yo, os engancháis a la persecución y no os podéis dormir sin saber el final. Podéis encontrarlo en varias librerías online (Fnac, Iberlibro, Amazon) y por tan sólo 9,49€ podéis descargarlo para vuestro Kindle. En inglés podéis encontrarlo algo más barato: 8.26€ en papel, 7.10€ en edición Kindle.

 

El átomo (I) – El pudín de pasas

Hoy, todos sabéis que la materia está compuesta por unas cositas diminutas llamadas átomos. Nosotros somos un montón de átomos de carbono, hidrógeno, oxígeno, fósforo y nitrógeno, mayoritariamente. Un lingote de oro está hecho de millones de átomos de dicho metal. Pero, ¿qué es un átomo? ¿Por qué se llaman así? ¿Hay cosas más pequeñas?

El átomo debe su nombre al griego Demócrito. Fue él quien dijo que la materia estaba hecha de partículas pequeñas que, según él, no se podían dividir. Las llamó átomos, que en griego significa indivisible. Newton, en su época, fue un firme defensor de las teorías de Demócrito en el siglo XVII y fue John Dalton quien, más tarde, reutilizó estas ideas en su Teoría Atómica y sentó las bases de la Química moderna.

De todas formas, el hecho de que el átomo fuera indivisible no duró mucho. A finales del siglo XIX, J.J. Thomson demostró, gracias a un tubo de rayos catódicos, que dentro de los átomos había unas partículas más pequeñas de carga negativa a las que se bautizó como electrones (¿os suenan?). Tras este descubrimiento, postuló que los átomos deberían ser como un pudín de pasas. La masa esponjosa del pudín estaría cargada positivamente y espolvoreada de manera aleatoria con pasas (electrones) negativos que acabarían compensando la carga.

Modelo de Thomson del pudín de electrones
Modelo de Thomson del pudín de electrones

Pero todas estas teorías iban a cambiar en el siglo XX con nuevos experimentos y, sobre todo, iban a cambiar con las nuevas ideas que trajo a la ciencia la Física Cuántica.

Pregúntanos de forma fácil

Si tienes una duda existencial sobre Ciencia y Tecnología, aquí están los Electrones en una red social más para solucionarla. Es Formspring, una plataforma en la que podréis hacer cualquier pregunta: basta con escribirla y apretar un botón. Nosotros prometemos contestarla lo antes posible.

Puedes entrar aquí: formspring.com/electrones

Por cierto, disculpadnos por la sequía de artículos de estos últimos días, pero tres electrones estamos de mudanzas y otros dos con muchísimo trabajo. Pero no os preocupéis, ya tenemos una serie de artículos interesantísima en el tintero de la mano de nuestra corresponsal en Bélgica Irene.

Las tres leyes de Newton

Prinicipia de Newton

Hoy, en Electrones, vamos a explicaros en qué consisten las tres leyes de la Dinámica que describió Sir Isaac Newton en su obra «Principios matemáticos de la Filosofía natural» (1687), obra cumbre de la revolución científica que inició Copérnico en 1543 con su modelo heliocéntrico del Sistema Solar. Continuar leyendo «Las tres leyes de Newton»

El primer oso polar

Uno de nuestros primeros artículos hace tres años fue, simplemente, la foto de unos osos polares descansando. Hoy le dedicamos un artículo con algo más de letra a esos entrañables animales. Y es que en la tundra ártica se han descubierto los restos de uno de los primeros de la especie.

Mientras estudiaba los sustratos de los acantilados islandeses, un geólogo encontró por casualidad la mandíbula de la foto, que fue identificada posteriormente por investigadores noruegos como perteneciente a «un oso que se alimentaba de organismos marinos». Posteriormente y tras un concienzudo trabajo, pudo hallarse DNA mitocondrial en los restos del colmillo, que confirmó que la muestra era de un Ursus maritimus, el oso polar actual.

Los estudios de datación sitúan la muestra entre los 110.000 y los 130.000 años de antigüedad, lo que significa que el hueso pertenece al oso polar más antiguo hasta ahora encontrado.

El lugar donde se ha encontrado, en Islandia, da pistas a los investigadores sobre los movimientos migratorios de los osos en el Círculo Polar entre las últimas glaciaciones. El DNA da, además, mucha información sobre la evolución de la especie. Se sabe así que el oso blanco era originalmente pardo y la selección natural permitió que los osos de piel clara sobrevivieran en los ambientes nevados del polo.

Fuente (artículo original e imagen): Science Magazine

Felices Fiestas y próspero 2010

Queridos lectores,

El Equipo de ElectronesExcitados.com os desea unas muy felices fiestas y un buen año 2010. Si cabe, mejor que 2009.

Los Electrones ya tienen planeadas algunas cosas para el año próximo. Mejoras en el aspecto del blog, los últimos artículos de nuestro Especial de Astropartículas (¡aún quedan unos pocos!), nuevas incorporaciones al Equipo de redacción… Y alguna idea más que no se puede desvelar. Aún.

Celebréis lo que celebréis (Navidad, Hannukah, el cumpleaños de Newton…) pasad buenos días.

Fernando, Ángel, Salvador y Pablo.

Los espejos que quedaron allí

Los primeros astronautas en la Luna dejaron ahí unos cuantos sets de espejos con cristales especialmente fabricados para que reflejen la luz incidente venga de la dirección que venga de vuelta a su origen. En éste vídeo explican muy bien (aunque en inglés) cómo funciona el invento y cómo puede usarse para hacer medidas muy exactas de las distancias Tierra-Luna y, por tanto, de la trayectoria del satélite alrededor de nuestro amado planeta. Y aunque no son perfectas, las leyes de Newton se ajustan bastante a los movimientos que se detectan experimentalmente. Lo cual me parece alucinante, teniendo en cuenta que Sir Isaac enunció esas leyes hace unos 400 años.

Ved el vídeo a ver qué os parece:

Por Youtube hay muchos más vídeos explicando ésto. Y en Fogonazos también han dedicado un artículo a otro científico que hace exactamente lo mismo que el que sale en el reportaje de la BBC que os muestro.

Los espejos son una prueba más de que las misiones Apollo pisaron la Luna. ¿O creéis que los fotones que se reflejan lo hacen simplemente en la superficie lunar? Realmente 10-20 fotones de varios billones no son tantos. Dejo la conspiración abierta para que la sazonéis al gusto.

Algunas curiosidades de los científicos

En la Ciencia como en todo siempre ha curiosidades, pero estas parecen mas curiosas que en otras ramas por lo excentricos que podían llegar a ser sus personajes. Isaac Newton, por ejemplo, fue diputado del Parlamento Britanico y su unica aportación a la sala fue esta frase: «Propongo cerrar esa ventana porque aquí hace un frío considerable.»

O el caso de Évariste Galois que era un estupendo matemático pero un despistado de mucho cuidado, tanto que perdió tres articulos matemáticos suyos y mas cosas que descubrireis siguiendo el enlace…

Leído en: Ya esta el listo que todo lo sabe