
Cuando la resina de un árbol se fosiliza da lugar a la piedra preciosa conocida como ámbar. Seguro que la habéis visto alguna vez en colecciones de minerales o en joyas. Es muy bonita. Pero es aún más bonita (especialmente para los entomólogos) cuando, por casualidad, antes de solidificarse la resina atrapa un insecto. Ese insecto viaja en el tiempo, perfectamente conservado, hasta nuestros días.
Hace poco se han encontrado al norte de la india unos depósitos de ámbar con insectos que tienen unos 50 millones de años de antigüedad. Se calcula que fue más o menos entonces cuando el subcontinente indio chocó con Asia y empezó a formar el Himalaya.
Los científicos que estudiaron las muestras esperaban encontrar especies nunca vistas antes que hubieran evolucionado durante el viaje que hizo la placa índica desde el este de África hasta el citado choque con Asia. Sin embargo, se llevaron un gran chasco al descubrir que entre las especies atrapadas en el ámbar no había ninguna desconocida.

No obstante, el hallazgo no es menos importante por eso. En las muestras hay más de 700 insectos de hasta 55 familias distintas entre los que se incluyen arañas (como la de la imagen del titular), abejas (arriba), hormigas…
En la fuente original podréis encontrar más fotos de las muestras halladas, os animo a que os deis una vuelta por ahí y echéis un ojo.
Fuente: Wired Science
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